Hace mucho tiempo he pensado en escribir sobre quien eran los celtas, que es el druidismo y cosas relacionadas a este tema.
Soy completamente consciente, por otro lado, que existen muchas personas que han escribido, con más calidad y conocimiento que yo, sobre el tema.
Por esta razón, he decidió traducir al español algunos textos muy buenos producidos por aquellos que están en este camino a más tiempo que yo y que, por lo tanto, yo reconozco como autoridades en el tema.
Hoy empezaré con un texto bello de mi estimada Máh Buadach, una estudiosa de la espiritualidad celta y practicante del "druidismo".
QUIENES ERAN LOS CELTAS?
Por Máh Buadach
texto original en https://www.facebook.com/mulheresdamagia/posts/1153537824836376
La palabra “Keltoi”, según se sabe, apareció por primera vez en los escritos de Hecateo de Mileto en 517 a.C. y Herodoto en el siglo VI a.C., cuando los griegos estaban estableciendo colonias y contactos comerciales con los pueblos que vivían al norte del Mediterráneo. Inicialmente hubo una distinción entre los pueblos que ellos (los griegos) llamaban de “Galatai”, pueblos de Galia, territorios que hoy pertenecen a Francia, Bélgica, Alemania y Norte de Italia, también abordado como Europa Oriental y “Keltoi”, los pueblos de la región llamada de Europa Ocidental, cubriendo las poblaciones que ocupaban el Alto del Río Danúbio, en Alemania.
Posteriormente, los términos “Keltoi” y “Galatai”, progresivamente pasaron a ser utilizados casi como que como sinónimos. A partir de la definición griega, los romanos adoptaran una otra distinción para esos pueblos, latinizando el término “Keltoi” para “Celtae” y dividiendo los pueblos en: “Galli”, gauleses, las tribus que habitaban la región donde actualmente está Francia, “Belgae” los pueblos que se localizaban donde hoy está Bélgica y de “Britanii”, bretones, los pueblos localizados en la región de las Islas Británicas.
Podemos darnos cuenta y deducir, con base en todos los datos presentados hasta ahora, que es equivocado pensar que el término “celta” se basa en el concepto de “raza”, nacionalidad o agrupación genética, que implique en pureza racial; y si buscamos entender y conocer los pueblos que hoy conocemos como celtas debemos deconstruir algunos conceptos “modernos”, como bien ilustra Olivier Launayen su libro “La Civilización de los Celtas”:
“La sociedad celtica en toda su pureza no era capitalista, porque ignoraba el capital. Ella tampoco ni socialista, porque no reconocía el Estado, ni anarquista, porque sus reyes eran elegidos y sin poder real. Ella tenia un poco de todos los sistemas. Era única en su género”.
Otro punto importante de ser percibido es que el término “Keltoi” o “Celtae” llega a nuestro conocimiento a partir del relato de los griegos y romanos, por lo tanto no existe una certeza de que los mismos pueblos se llamaban así.
Alrededor de 1700, Edward Lhuyd, un estudioso galés, descubrió la relación entre la lengua hablada por los llamados pueblos celtas y su propria lengua galesa y, profundizándose, percibió que las lenguas modernas (irlandés, gaélico escocés, bretón, manés y córnico) también compartían de esa misma relación. El decidió utilizar el termino “Céltico” para definir a ese gripo lingüístico en particular.
Según Alexei Kondratiev, autor de renombre, liguista y profesor de lenguaje y cultura celta, “Las comunidades célticas son comunidades donde se habla con lenguajes célticos. La cultura Céltica es aquella que se pasa dentro de esas comunidades. Los Celtas son las personas que son miembros de tales comunidades o tienen fuertes lazos con ellas”. De esta forma es posible llegar a una definición mas corriente sobre el término “Celta”: una específica familia de lenguajes, las comunidades que las hablaron a través de la historia y las tradiciones culturales pasadas por medio de ellas.
Pero es necesario darse cuente de que eso no significa que todas las comunidades de lenguajes compartían la misma cultura. La organización tribal en la cual esos pueblos se dividían hacia con que se entendieran a si mismos como unidades políticas y sociales distintas unas de las otras, no existiendo entre ellas una identificación o fidelidad al concepto de nación unificada.
Más allá de las semejanzas, las diferencias se hacían notar y las tribus celtas eran conocidas por no aceptaren unas a las otras, lo que convirtió los momentos de unicidad en grandes eventos políticos causados por grande conmoción, como cuando se levantaron contra Roma en momentos y lugares distintos, como por ejemplo en Lusitania, guiados por Viriato en 147 a.C.; o en Gran-Bretaña, guiados por Boadicea en 60 d.C; o en Francia, guiados por Vecingetórix en 53 a.C.
Para que nos sea posible comprender toda la complexidad de lo que realmente significa, bajo un aspecto sociohistórico, el término “Celta” es imprescindible estudiar con ahínco la historia de los distintos pueblos a quienes hoy atribuimos ese término, siendo esa por lo tanto la invitación que les dejo a todas Uds.
Referencias:
LAUNAY, Olivier, A Civilização dos Celtas, Coleção Grandes Civilizações Desaparecidas, Rio de Janeiro, Editora Ferni, 1978.
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